Alma |
El miércoles 28 de marzo tuvo lugar en el Museo Tiflológico de la ONCE, un importante acontecimiento. Rodeada de compañeros de profesión, amigos y afiliados de la organización nacional de ciegos españoles (ONCE), la escultora Mercedes Jiménez, más conocida en el ámbito artístico como Mer, dio al fin a conocer sus mujeres a las que tanta atención y cariño dedica. Tras un pequeño acto de presentación los casi doscientos asistentes que allí se reunieron, recibieron una breve descripción de la nueva muestra que minutos después podrían conocer.
Uno de los atractivos que el museo Tiflológico quiere promover es la ruptura de barreras en el acceso a la cultura artística de las personas ciegas o con deficiencia visual grave. Estas mujeres de Mer se unen a este cometido, la escultora es consciente de la necesidad de que sus obras puedan ser palpadas y descubiertas a través del tacto. Por ello ha cedido al museo temporalmente a Escarlata, a Elisa, a Gala, a Luna, a Victoria…
Ayouta |
Es posible que la importancia de esta exposición radique en dos puntos: en primer lugar es una de las muestras más acogedoras que pueden encontrarse actualmente en la capital y en segundo lugar que está empapada de un toque muy personal. Y esto quizá sea por esa decisión y determinación de Mer, de ser ella misma la que lleve a cabo todos los criterios expositivos, es ella la que decide cómo deben estar colocadas las piezas, en qué orden, cómo deben ser las cartelas y por último, algo tremendamente importante en el ámbito escultórico, la elección del juego de luces y sombras.
Silvia |
Como si de un ritual se tratara, los asistentes ciegos estaban deseando reunirse para tener entre sus manos y recorrer con sus dedos esas mujeres, las cuales sabían que encontrarían con una personalidad muy definida. Todas las esculturas, como hemos dicho anteriormente, tienen nombre propio, una historia y un matiz que añadir a su contemplación (ya sea visual o táctil). Vamos a poder diferenciar dos tipos de material: el bronce y el mármol. Muchos invidentes allí presentes hacían mención a la calidez matérica de algunas de ellas, a la estilización, a los bellos rasgos y peinados; y sobre todo a los curiosos movimientos danzarines de algunas de las piezas.
Quizá por esa relación tan especial con sus obras, podríamos hacer mención a algunas piezas fundamentales de la exposición. Esa sensualidad marmórea de Alma (2006), a todas sus posibilidades plásticas y a Eos (2009) un bronce el cual realiza Mer en un periodo de paz consigo misma y al que dedica cierta simpatía durante la sesión fotográfica.
Una muestra de gran importancia, y que en palabras de la artista está dedicada “a todas las mujeres que fueron, que son y que serán en el futuro. Para todas ellas”.
Mer y Eos |
Entrada gratuita
C/ La Coruña, 18.
Horario: Martes a Viernes de 10 a 14 h. y de 17 a 20 h. Sábados de 10 a 14 h.
Azucena Hernández Hernández (Artículo y fotografías)