5 abr 2012

Las “Mujeres” de Mer llegan al Museo Tiflológico de la ONCE (29 marzo- 19 mayo)

Alma
El miércoles 28 de marzo tuvo lugar en el Museo Tiflológico de la ONCE, un importante acontecimiento. Rodeada de compañeros de profesión, amigos y afiliados de la organización nacional de ciegos españoles (ONCE), la escultora Mercedes Jiménez, más conocida en el ámbito artístico como Mer, dio al fin a conocer sus mujeres a las que tanta atención y cariño dedica. Tras un pequeño acto de presentación los casi doscientos asistentes que allí se reunieron, recibieron una breve descripción de la nueva muestra que minutos después podrían conocer.

Uno de los atractivos que el museo Tiflológico quiere promover es la ruptura de barreras en el acceso a la cultura artística de las personas ciegas o con deficiencia visual grave. Estas mujeres de Mer se unen a este cometido, la escultora es consciente de la necesidad de que sus obras puedan ser palpadas y descubiertas a través del tacto. Por ello ha cedido al museo temporalmente a Escarlata, a Elisa, a Gala, a Luna, a Victoria…

Ayouta
Es posible que la importancia de esta exposición radique en dos puntos: en primer lugar es una de las muestras más acogedoras que pueden encontrarse actualmente en la capital y en segundo lugar que está empapada de un toque muy personal. Y esto quizá sea por esa decisión y determinación de Mer, de ser ella misma la que lleve a cabo todos los criterios expositivos, es ella la que decide cómo deben estar colocadas las piezas, en qué orden, cómo deben ser las cartelas y por último, algo tremendamente importante en el ámbito escultórico, la elección del juego de luces y sombras.



Silvia
Como si de un ritual se tratara, los asistentes ciegos estaban deseando reunirse para tener entre sus manos y recorrer con sus dedos esas mujeres, las cuales sabían que encontrarían con una personalidad muy definida. Todas las esculturas, como hemos dicho anteriormente, tienen nombre propio, una historia y un matiz que añadir a su contemplación (ya sea visual o táctil). Vamos a poder diferenciar dos tipos de material: el bronce y el mármol. Muchos invidentes allí presentes hacían mención a la calidez matérica de algunas de ellas, a la estilización, a los bellos rasgos y peinados; y sobre todo a los curiosos movimientos danzarines de algunas de las piezas.

Quizá por esa relación tan especial con sus obras, podríamos hacer mención a algunas piezas fundamentales de la exposición. Esa sensualidad marmórea de Alma (2006), a todas sus posibilidades plásticas y a Eos (2009) un bronce el cual realiza Mer en un periodo de paz consigo misma y al que dedica cierta simpatía durante la sesión fotográfica.

Una muestra de gran importancia, y que en palabras de la artista está dedicada “a todas las mujeres que fueron, que son y que serán en el futuro. Para todas ellas”.
Mer y Eos


Entrada gratuita

C/ La Coruña, 18.

Horario: Martes a Viernes de 10 a 14 h. y de 17 a 20 h. Sábados de 10 a 14 h.



Azucena Hernández Hernández (Artículo y fotografías)

26 feb 2012

El Hermitage en el Prado 8.11.2011-25.03.2012

Se trata de la exposición más importante de todas aquellas que en los últimos meses hemos podido disfrutar relacionadas con el año Dual España-Rusia 2011. Su éxito radica en la variedad de las piezas que se han seleccionado, desde pintura, escultura, joyas, vestidos e incluso mobiliario, pero también en la fama de muchas de éstas, conocidas por casi todo el mundo. Hitos de la pintura como El tañedor de laúd de Caravaggio (1595-1596), Juego de bolas de Henry Matisse (1908) o Mujer con sombrero negro de Kees Van Dongen (1908) entre otros, pueden ser visitados hasta el 25 de marzo.

La primera gran sala de la exposición nos invita a conocer el Museo del Hermitage en San Petersburgo a través de los paneles informativos, pero mucho más interesantes resultan las pinturas tanto del entorno como del interior de éste, en concreto éstas últimas son de una gran calidad y belleza. A continuación nos adentramos en una de las salas más interesantes y suntuosas, la colección de joyas y armas de Pedro I formada por piezas de los nómadas escitas de Eurasia y piezas halladas en cámaras funerarias de la costa del Mar Negro.

Entre las obras de los siglos XVI y XVII cabe destacar un dibujo del gran Alberto Durero de la Virgen con el Niño (1515) y la que podría ser la obra más famosa de Caravaggio, el Tañedor de laúd (1595-1596). Por unos meses vuelven a su lugar de origen obras del Greco y de Velázquez, como son San Pedro y San Pablo  (1587-1592) y El almuerzo (h. 1517) respectivamente. Una de las esculturas que más nos pueden llamar su atención debido a la fragilidad del material es el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini (h. 1647), modelo preparatorio de aquella de la capilla Cornaro (Santa María de la Victoria, Roma). Son muchas las obras de artistas destacados con las que podemos disfrutar en estas salas, como Tiziano, Annibale Carraci o Rubens, concluyendo con una serie de piezas de las Artes decorativas de gran riqueza y suntuosidad de Oriente y Occidente, como por ejemplo el sable con vaina iraní de mediados del siglo XIX.

La segunda parte de la exposición recoge importantes ejemplos del Arte Contemporáneo. Podemos contemplar  obras de Friedrich, Gauguin, Renoir, Cézanne y el internacional Picasso entre una larga lista, pero sin duda la más llamativa es la Composición n. 6 de Vasilij Kandinsky, a modo de colofón, la cual sin embargo merecería una ubicación mucho más destacada, al igual que el Cuadrado negro de Kazimir Malevich.

Verónica Calvo Bueno.






25 feb 2012

Odilon Redon (1840 Bordeaux - 1916 París)

La primera retrospectiva hecha en España sobre el artista bordelés se articula en dos plantas, cuya espina dorsal es el color. En un primer piso, la ausencia de este, y en el segundo, el dominio del mismo.
La parte inicial donde, como ya se ha dicho, domina la oscuridad, presenta sus cuatro álbumes de litografías; además de obras que realizó en el taller de su primer maestro y paisajista, Stanislas Gorin. Los álbumes son: El sueño, Los orígenes, A Edgar Allan Poe y Homenaje a Goya. El primero anticipa el aspecto onírico que décadas después tomarán los surrealistas como base de su movimiento. Los orígenes, recoge la influencia del biólogo Armand Clavaud, que despertó en Redon el interés por temas científicos; y quien a su vez le hizo descubrir a Poe. En el álbum dedicado al escritor, Odilon comparte el gusto por unas atmósferas un tanto oscuras. Por último, conoce la obra de Francisco de Goya en su ciudad natal, Burdeos -donde falleció el artista zaragozano-, pero también realiza viajes al norte de España que le permiten acercarse al maestro, lo que le lleva a dedicarle una serie de litografías.
En dichos álbumes, aparecen por primera vez elementos que no dejará de utilizar en su producción, como son las esferas y los ojos.

En la siguiente planta, observamos en una primera sala la decoración del castillo del barón Domecy, que es cronológicamente posterior a lo que veremos más adelante, por cuestiones de conservación de las pinturas. Si en la anterior veíamos litografías y oscuridad, aquí vemos colorido, luz y mezcla de técnicas.
Estos sublimes paneles de Domecy, que traen a la memoria todas y cada una de las ramas del simbolismo, son el paso hacia la firmeza del color en las salas siguientes. Salas donde vuelve a utilizar el recurso de los ojos –esta vez cerrados- aludiendo a la necesidad de la mirada interior; dominando el uso del pastel, y en las que nos encontramos con temas religiosos como  Cristo y su inacabada Virgen, o relacionados con la literatura de Shakespeare y Dante, como Ofelia o Beatriz.
Sorprende encontrar de nuevo un nexo de unión con Goya, como son los cartones para tapices.
En definitiva, una muestra que sorprende por la evolución en el uso del color, y que nos acerca satisfactoriamente a un artista de finales del siglo XIX, de gran relevancia para el simbolismo.


Imagen: Los ojos cerrados, 1890.

Entrada gratuita
Duración: 11 febrero - 29 abril 2012.
Horario: Lunes, 14-20 h. Martes a sábado, 10-20 h. Domingos y festivos, 11-19 h.
Visitas guiadas: Martes, 12-19 h.
Fundación Mapfre. Paseo de Recoletos, 23.



M. Natividad Almendro

26 nov 2011

España entre dos siglos. De Zuloaga a Picasso (1890-1920)

La exposición pretende mostrarnos el arte de la última década del siglo XIX y las primeras del siglo XX en España. Los comisarios nos hablan de una sociedad cerrada y en crisis, en la que destaca la creatividad de algunos artistas que realizan estancias en París.

La muestra queda dividida en España negra y España blanca, con una pequeña introducción y finalmente, aparecen aquéllos artistas innovadores que pasaron temporadas en la capital francesa, formando allí una colonia.

En dicha introducción, nos impresiona la presencia de la Madeleine de Ramón Casas.

La España negra, muestra del lado más crudo de la realidad española del momento, y queda representada por pintores como Zuloaga, Regoyos o Gutiérrez Solana,  algunos de los cuales aparecen brevemente explicados. Del último, podemos encontrar obras destacadas como Los autómatas. Bien es cierto, que no encontramos obras representativas de Zuloaga, pero sí de Regoyos, del que podemos observar su Viernes Santo en Castilla.

Es de destacar la presencia de la Granadina de Anglada Camarasa, que inunda la sala con la intensidad de colores de su manto.

Por otro lado, la España blanca, mediante escenas luminosas y costumbristas de familias risueñas, representa la cara festiva del momento. De esta España, nos encontramos con La siesta de Sorolla.

Una última parte de la exposición, está compuesta por los artistas más creativos e innovadores, como son Picasso, Miró o Dalí, y también algunos representantes del Noucentisme u otros pertenecientes a la Colla del Safrá. Aunque, éstas obras finales, parecen ciertamente organizadas de manera ligeramente caótica y poco coherente.

Como colofón, la muestra queda enmarcada por dos grandes obras –tanto de tamaño como de calidad-. Al comienzo de la exposición, encontramos el Retrato de Barrès delante de Toledo (Zuloaga, 1913), y al finalizar, una vez vista la exposición, y sin esperarlo, podemos contemplar  La vuelta de la pesca, el transporte del barco (Sorolla, 1894).

Duración: 7/10/2011-9/01/2012.
Horario y tarifas: http://www.musee-orangerie.fr/


Granadina. Anglada Camarasa.

13 nov 2011

Delacroix (1798-1863)

Una vez más CaixaForum Madrid hace gala de su compromiso con el Arte con la exposición dedicada al genial pintor del Romanticismo Eugène Delacroix. La fundación nos invita a disfrutar de parte de sus obras llegadas desde los más importantes museos como son el Museo del Louvre, la National Gallery de Londres o el Metropolitan de Nueva York entre otros. Algunas de ellas son piezas de merecida fama como Grecia expirando sobre las ruinas del Missolonghi, Hamlet y Horacio en el cementerio, o un espléndido boceto de La Muerte de Sardanápalo.

La muestra se distribuye en un recorrido entre los diversos géneros a los que el pintor se dedicó, como son la Pintura de Historia, el Retrato, la Pintura Religiosa o el Paisaje. Pero es sin duda en sus obras de inspiración literaria y aquellas producto de su viaje al Norte de África donde Delacroix hace despliegue de su brillantez y calidad pictórica. Inspirada en la novela de Goethe Fausto, realizó en 1827 una serie de 17 litografías de excelente calidad y belleza. Se trata de una de las mejores obras que podemos encontrar en la exposición. Ya reconocido como artista, emprende un viaje oficial a Marruecos y Argelia en 1832, un nuevo mundo que hará posible que su paleta de color se vea animada por la intensa luz del Norte de África. Allí también encontró nuevos escenarios dignos de ser pintados, hechizado por el orientalismo y exotismo de harenes, patios, palacios o animales. Mujeres de Argel en sus habitaciones o Boda judía en Marruecos son solo algunos de los ejemplos que podemos contemplar en el conjunto de obras que se han podido reunir en torno a este fructífero viaje.

Las obras que encontramos de Pintura Religiosa dan pista suficiente del no tan enorme interés que Delacroix mostró por esta, si a ello sumamos además el hecho de su declarado ateísmo. Son obras de menor formato en las que encontramos algunas escenas del ciclo de Pasión y Muerte o un San Sebastián. Estas obras de carácter religioso se encuentran entre las últimas salas de la exposición y no resultan un grandioso colofón para la muestra. Aún así, resulta muy satisfactoria la visita. Todo el compendio de obras que la reúnen nos dan idea de la genialidad del más famoso pintor romántico. Una buena selección de la que podrán disfrutar tanto entendidos en pintura como aquellos que tan solo deseen pasar una amena jornada con obras de una de las figuras clave de la pintura del siglo XIX y de la Historia del Arte.



Entrada gratuita.                  

De lunes a domingo a 10 a 20 h.

Tendrán lugar una serie de actividades en torno a la exposición de especial interés como conciertos o conferencias (consultar programa).


Verónica Calvo Bueno